El movimiento ordenado de mesas y sillones Knoll
En cada elección de diseño hay una motivación, no solo estética sino también experiencial.
Esto es lo que enseña la mesa Tulip Knoll, concebida a principios de los años 40 por el arquitecto Eero Saarinen. La base filiforme y esbelta le permite dejarse atravesar por una sensación de orden mental, generada por el movimiento fluido de las curvas. Una única base, capaz de eliminar el desorden generado por lo superfluo, es decir, las patas de mesas y sillas. Estos últimos, de la misma colección, transmiten aún más fluidez y libertad de movimiento gracias a la funcionalidad rotativa del asiento.Otra colección que no restringe el movimiento es el sillón Barcelona Knoll: desde el diseño de Ludwig Mies van der Rohe, esta colección de sillas y sillones es la respuesta a la necesidad moderna de movimiento, no físico sino interior.
Encontrar el equilibrio perfecto de su cuerpo en estas sesiones significa dar vida a los movimientos internos de las sensaciones placenteras.

Sillas Knoll: las más solicitadas, las más icónicas
Las propuestas en el catálogo de Knoll son infinitas, pero entre los productos más solicitados hay algunos iconos de diseño como la silla Knoll Bertoia: las líneas claras y esculturales lo convierten casi en una imagen holográfica capaz de proyectar a cualquiera que tenga lugar en una dimensión etérea.
Las “franjas de interferencia” que caracterizan al objeto se derivan de una fuente de luz particular: la brillante previsión de Harry Bertoia, que sigue marcando la diferencia desde 1952.Otro producto icónico es la silla Cesca Knoll, con su característica forma de voladizo para proporcionar mayor flexibilidad visual y ergonómica. Es la silla perfecta para aquellos que buscan ideas para la propulsión en los momentos más inesperados del día, para aquellos que saben que las mejores intuiciones son aquellas que nos llegan de repente y son bienvenidas con toda comodidad.